Comienza Gombrich su Enciclopedia del Arte con la archiconocida frase: «No existe, realmente, el arte. Tan sólo hay artistas.» .Lo que no especificó, es que tal cualidad, la de artista, pudiera ser también propia de los animales.
Al parecer se exponen estos días en una sala barcelonesa, pinturas realizadas por un caballo, bautizado como Napoleón. Y que esta haciendo millonarios a sus propietarios, pues las obras se están vendiendo, según dicen, entre seis mil y nueve mil euros.
No es el primer caso que se da. Ya estamos acostumbrados a ver salir a la palestra, y nunca mejor dicho, elefantes, perritos o como en este caso caballos pintores. Y es que como alguien dijo la estupidez es lo más grande que hay. Pues la inteligencia puede tener un límite, pero la estupidez no.
En un comentario anterior, cuando hablé de la feria Madrid-Foto, ya dejaba mi opinión sobre esta tomadura de pelo, en la que algunos están convirtiendo el arte. Y en la que críticos, galeristas, etc. tienen la mayor culpa. Pero no voy a perder más el tiempo escribiendo, voy a ponerle ahora mismo un pincel en la boca a mi gato, y a ver si con un poco de suerte encuentro un crítico de estos de moda, que alabe la fuerza de su pincelada, o la delicadeza de los tonos en sus lienzos.